Gli articoli presi dai siti Cubadebate e La pupila insomne(in castigliano)parlano di questo padre di una bimba di sette anni che picchiato a sangue dagli sbirri catalani è morto dopo giorni di agonia in ospedale a Girona e solo dopo due settimane di insabbiamenti e depistaggi i familiari e gli amici di Juan Pablo Torroija hanno scoperto della morte dell'uomo,evidentemente tenuta nascosta per poter far sparire alcuni lividi dal corpo massacrato.
Spunta pure la testimonianza di un amico italiano che ha riferito delle gravi condizioni di Juan Pablo che era stato colpito in testa,al torace e alle mani da parte dei Mossos d'Esquadra,protagonisti di numerosi casi di tortura seguirta dalla morte dei sospettati,che dal canto loro hanno detto che l'argentino era stato visto dalle telecamere della sua cella tentare d'impiccarsi con la propria camicia e subito soccorso.
Esigono alla giustizia spagnola che informi sulla morte di un indignato argentino.
Juan Pablo Torroija (41), cittadino argentino ed ex presidente del club Indipendente di Trelew, viveva da sette anni in Spagna. Aveva lasciato l’Argentina insieme ad una giovane con cui ha avuto una figlia, che oggi ha 7 anni.
Come informa il quotidiano “Jornada de Chubut”, Torroija faceva parte del movimento Okupa e viveva in un edificio occupato. L’anno scorso, quando -prodotto della crisi – il movimento degli “indignati” si estese in Europa, Juan Pablo ed altri occupanti sono stati sloggiati e cominciarono ad essere perseguiti dalla polizia.
Fu allora, quando decise di andare a Girona. Settimane fa, Torroija fu fermato per strada dai poliziotti di Girona e brutalmente colpito. Fu trasportato al commissariato di Vista Alegre e dopo all’ospedale Josep Trueta, nel centro di Girona. Presentava colpi nelle costole, sulle braccia e segni di asfissia.
Morì nell’ospedale il 14 luglio scorso, ma il Consolato argentino non fu avvisato. Il sabato, dopo una ricerca disperata, la sua famiglia seppe che era morto da due settimane e che il suo corpo si trovava nell’obitorio giudiziale di Girona.
La Polizia e la giustizia locale assicurano che Juan Pablo morì nell’ospedale, dopo un tentativo di suicidio. Ma la sua famiglia denuncia che fu assassinato dalla polizia.
Ora il consolato argentino a Barcellona ha esatto alla giustizia spagnola di conoscere le cause e le circostanze della morte di Juan Pablo.
“Questa mattina abbiamo presentato due notificazioni davanti ai tribunali, una di queste chiedendo di conoscere le cause e le circostanze della morte di Torroija e l’altra affinché il corpo non sia inumato”, spiegò Felipe Alvarez Todelo, console generale a Barcellona.
preso da www.cubadebate.cu
traduzione di Ida Garberi
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Esto sí puede ser un “asesinato político”… pero por eso mismo no es noticia.
Fu allora, quando decise di andare a Girona. Settimane fa, Torroija fu fermato per strada dai poliziotti di Girona e brutalmente colpito. Fu trasportato al commissariato di Vista Alegre e dopo all’ospedale Josep Trueta, nel centro di Girona. Presentava colpi nelle costole, sulle braccia e segni di asfissia.
Morì nell’ospedale il 14 luglio scorso, ma il Consolato argentino non fu avvisato. Il sabato, dopo una ricerca disperata, la sua famiglia seppe che era morto da due settimane e che il suo corpo si trovava nell’obitorio giudiziale di Girona.
La Polizia e la giustizia locale assicurano che Juan Pablo morì nell’ospedale, dopo un tentativo di suicidio. Ma la sua famiglia denuncia che fu assassinato dalla polizia.
Ora il consolato argentino a Barcellona ha esatto alla giustizia spagnola di conoscere le cause e le circostanze della morte di Juan Pablo.
“Questa mattina abbiamo presentato due notificazioni davanti ai tribunali, una di queste chiedendo di conoscere le cause e le circostanze della morte di Torroija e l’altra affinché il corpo non sia inumato”, spiegò Felipe Alvarez Todelo, console generale a Barcellona.
preso da www.cubadebate.cu
traduzione di Ida Garberi
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Esto sí puede ser un “asesinato político”… pero por eso mismo no es noticia.
Emilio Ruchansky
A pocas horas de ser detenido por la policía
española, el argentino Juan Pablo Torroija entró el 11 de julio pasado al
Hospital Trueta, en la ciudad de Girona, con diversos golpes y asfixiado. Tres
días después falleció, según la versión oficial, tras haberse ahorcado en la
comisaría. “Llamamos a un amigo de él en Barcelona para que viajara a averiguar.
No teníamos noticias hacía dos semanas. Nadie nos informó de su muerte. Y este
amigo supo, por otro, que la policía lo había golpeado mucho durante la
detención”, señaló ayer a este diario Ana Sol, hermana de Juan Pablo. Torroija
era un activista del movimiento Okupa, estuvo con los indignados en Barcelona y
se fue de ahí a fines de 2011, tras una serie de
desalojos. Sus familiares exigen una nueva autopsia y ser parte querellante en
el caso, mientras realizan los trámites para que la Cancillería argentina se
sume al reclamo de esclarecimiento.
“Sabemos, por lo que informó el hospital, que
Juan Pablo entró a las 4.52 del 11 de julio, trasladado desde la Comisaría Vista
Alegre. Llegó en una ambulancia acompañado por la policía municipal. Ahora nos
enteramos de que en su detención también participaron los Mossos D'Esquadra, una
división policial implicada en varios casos de tortura seguida de muerte”, dijo
Florencia Mazzadi, directora de la organización Cine Migrante y amiga de Juan
Pablo. El amigo que fue en su búsqueda, agregó, pudo ver distintos golpes en las
costillas, piernas, manos y “el cuello con la nuez hundida”.
Este último detalle es el que más llamó la
atención a familiares y amigos. La autopsia, a la que pudieron acceder ayer,
afirma que falleció de un paro cardiorrespiratorio por la lesión sufrida en el
cuello. “Pero en el cuello no hay fractura. Es decir que difícilmente se pudo
haber ahorcado. Además de los golpes que tenía, en algunas partes le habían
puesto cinta, no gasa, como para tapar algunos golpes”, afirmó Mazzadi. La
policía adujo que Torroija fue perseguido y detenido tras intentar robar un
auto. De hecho, la Justicia española abrió dos causas: una por el robo y otra
por el suicidio.
El amigo de Torroija que contactaron los
familiares y pudo ver el cuerpo relató que un joven italiano, también integrante
del movimiento Okupa, le relató que el activista argentino fue duramente
golpeado por la policía. “Y se tomó el cuello y le hizo unas señas, como dando a
entender que lo habían ahorcado”, dijo Ana Sol Torroija. Ni la policía ni el
hospital ni las autoridades locales informaron a los familiares, omitiendo lo
dispuesto por la Convención de Viena sobre Relaciones Consulares. Recién el
sábado pasado, 14 días después de la muerte, llegó la noticia y por vías
informales.
“No hagas caso de lo que dice la policía”, dijo
el joven italiano al amigo del activista argentino, antes de despedirse. Según
publica el Setmanari de Comunicació Directa, los Mossos d'Esquadra atribuyeron la
detención y el traslado a la policía provincial. “Una vez en la celda, intentó
ahorcarse con su camisa, lo que fue observado desde las cámaras de
videovigilancia. Los agentes intentaron reanimarlo mientras requerían la
presencia del servicio de emergencias médicas”, contaron fuentes policiales al
diario catalán.
Los Mossos están implicados en dos de las tres
muertes dudosas ocurridas en el último año, entre otras, la de Mustafa el
Marrachki, quien también se habría ahorcado según la policía, aunque el caso
está siendo investigado. En el último informe de la Coordinadora para la
Prevención y Denuncia de la Tortura se reseñan otros seis casos de supuestos
suicidios en comisarías y cárceles en toda España durante 2011, advirtió
Mazzadi, quien por su profesión de abogada está ayudando a la familia a realizar
varios pedidos a la Cancillería argentina para que intervenga como
querellante.
“Recibimos las presentaciones y el tema se está
evaluando. Seguramente mañana (por hoy) la Cancillería va a tomar una decisión
sobre los pedidos”, afirmó anoche una fuente del Ministerio de Relaciones
Exteriores y Culto. El cuerpo de Torroija está en la funeraria Mémora que, según
los familiares, sólo lo devolverá si ellos se hacen cargo del traslado del
cuerpo para su posterior entierro, imposibilitando una nueva autopsia. Este
último reclamo fue hecho por un hermanastro de Torroija, quien vive en España,
es abogado y se presentó como querellante en representación de una hija del
activista, nacida en suelo ibérico. Sus pedidos aún no recibieron respuesta.
Torroija
tenía 41 años, vivía hacía ocho en España y era padre de dos hijos. Se mantenía
haciendo changas, muchas relacionadas con el armado del sonido para recitales.
(Tomado de Página 12)
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